La tercera “verdad incómoda” sobre el divorcio.

Antes de defender/ rechazar la guardia y custodia compartida

Soy consciente de que este post es la peor estrategia para complacer a mucha gente, pero es lo que honestamente pienso. 

Soy partidaria de la guardia y custodia compartida, y quien ha trabajado conmigo sabe que así es, pero no creo que ninguna modalidad de guardia y custodia (tampoco la compartida) puede defenderse sin conocer cada caso concreto.

Y es que cuando normalmente se habla sobre la guardia y custodia compartida, parece que todo el mundo tiene una opinión muy formada sobre este tema y se suele defender además con bastante ímpetu …Así que imagino que me ganaré detractores/as con este tema, pero lo asumo porque creo que el asunto lo merece.

Es evidente que el debate de la guardia y custodia compartida está más candente que nunca y que judicialmente se adopta cada vez de manera más frecuente. Lo cual refuerza a quienes la defienden como fórmula a imponer de manera genérica pero para mí, decantarse por una modalidad de guardia y custodia a priori (sea la que sea) es empezar la casa por el tejado o como bien dice Javier Ales Sioli ( gran mediador a quien admiro) todo acuerdo familiar es "un traje a medida"

RECETAS "MÁGICAS" = FRACASOS ASEGURADOS.

No soy ajena a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la cual, para suplir las carencias de una legislación deficiente, ha ido visibilizando de forma cada vez más nítida las bondades de la guardia y custodia compartida, así como los requisitos a valorar en cada caso.  

Por los mismos motivos, tampoco comparto la idea de oponerse a la guardia y custodia compartida sin más, entendiendo que nuestros hijos/as en cualquier caso serán mejores si se quedan con la madre.

Creo que ello desplaza injustamente del día a día de sus hijos/as a padres que durante la convivencia han estado presente a todos los niveles en sus vidas, asumiendo tareas y cuidados que pueden y deben seguir realizando tras la ruptura. Creo que es un grave error no reconocerlo así y que el verdadero feminismo pasa por no cuestionar que hay muchos padres que no desean dejar de serlo después de la ruptura.

Y es que parece tan poco riguroso negarse de manera automática a la guardia y custodia compartida como negar el hecho de que hasta hace bien poco eran las madres las que desempeñaban el papel de cuidadoras principales, y ello implicaba una mayor dedicación familiar, la cual era argumentada en procesos de separaciones o divorcios solicitando la guardia y custodia para la madre.

Si en este momento estas pensando, vale, Maribel, pero la sociedad ha evolucionado, te responderé que precisamente por eso debemos analizar CADA CASO CONCRETO.

Para mí la cuestión no pasa más que por "tomar medidas" realistas y estables para toda la familia.  Siguiendo con otra metáfora, no se trata de defender la idoneidad o no de la talla 38 o la 42, sino únicamente de buscar la que mejor os siente. Si la guardia y custodia compartida o la exclusiva para el padre o la madre “aprieta”, no es tu talla. 

Y así lo plantea el Tribunal Supremo (de una manera mucho más elegante que la mía) en su jurisprudencia. A modo de ejemplo destaco sentencias de 3 de marzo de 2016 y de 5 de diciembre de 2016 al establecer: La obligación de los padres es no solo interesar este sistema de guarda, bajo el principio de contradicción, sino concretar la forma y contenido de su ejercicio a través de un Plan Contradictorio (plan de parentalidad) ajustado a las necesidades y disponibilidad de las partes implicadas que integre con hechos y pruebas los distintos criterios y las ventajas que va a tener para los hijos una vez producida la crisis de la pareja.

Es decir, que no sólo se debe de solicitar una modalidad de guardia y custodia en concreto sino especificar por qué es la más idónea según las necesidades de los menores y las circunstancias familiares.

Y es que reitero lo que compartía en el primer y segundo post sobre mis verdades incómodas, es fundamental que cada familia pueda ordenar esta nueva etapa, y la mejor manera es su manera.

CUANDO QUEREMOS "TENER RAZON"
Tengo claro en qué tipo de divorcios no soy la abogada que se busca, si la prioridad de mi cliente es “dejarse la piel” en salirme con la suya, no soy la profesional que busca…

Fundamentalmente porque creo que todos conocemos casos desastrosos tanto de guardia y custodias compartidas como exclusivas

Así que algo más debe de ser necesario además de" “ defender con ímpetu” una determinada modalidad de guardia y custodia para poder vivir con tranquilidad después de una ruptura de pareja con hijos…Creo que esa debe de ser nuestra prioridad.

Gracias por tu tiempo.

Maribel Montero.

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Segunda “ verdad incómoda” sobre el divorcio con hijos.